Tal vez te preguntes cómo es la evolución implante capilar tras someterse a dicha cirugía o cómo es el postoperatorio injerto capilar después de la intervención. Pues bien, a continuación, te respondemos a estas y más cuestiones de manera cronológica.
Sigue leyendo las próximas líneas y conoce cuál es la evolución trasplante capilar habitual. Si bien es cierto que cada paciente es un mundo, por regla general los tiempos expuestos a continuación se ajustan a la media de la injerto capilar evolución.
Trasplante capilar día a día y recuperación
El periodo que comprende el postoperatorio injerto capilar empieza justo después de que el paciente se haya sometido a la intervención, una que es de carácter ambulatorio y que no necesita baja laboral. Esta tan solo sería necesaria en el caso de que el paciente realice algún trabajo que requiera grandes esfuerzos o en el que esté expuesto de manera continuada y directa al sol.
Primeros 7 días. En esta primera semana se debe hacer reposo en medida de lo posible y mantener la cabeza inclinada en todo momento, sobre todo los dos primeros días. En estas 48 horas iniciales, notarás una leve hinchazón en la zona donante, provocada por las infiltraciones de anestesia durante la operación. Cabe destacar que se trata de un proceso mecánico necesario para la cirugía y que sin este no se podrían realizar las extracciones de unidades foliculares. Así pues, la hinchazón desaparecerá a lo largo de los 4 – 5 días.
Pasados 7 – 14 días. Después de los primeros 7 días, ya se puede empezar a lavar el cuero cabelludo, lavando con cuidado tanto la zona donante como la receptora. Para ello, se utilizará un champú especial. Alrededor del día 10, se irán cayendo de manera paulatina todas las costras en las partes en las que se han injertado folículos capilares. De esta forma los folículos se quedan fijados en la piel y garantizan el éxito de la intervención. Y, a partir de este instante, comienza otra etapa del postoperatorio injerto capilar que ocupará los próximos 6 meses, aproximadamente.
Pasados 14 – 21 días. En este punto comienza la fase de latencia, es decir, una etapa en la que se cae el cabello injertado. Destacar que se trata de algo completamente normal y que se suele caer el 80% del pelo implantado, uno que más tarde vuelve a crecer. Habitualmente toma el nombre de “efecto shedding”.
Pasados 3 meses. A partir del tercer y cuarto mes es cuando el cabello empieza a crecer de manera irregular pero progresiva. Es normal que unas zonas crezcan más rápido que otras, ya que no será hasta pasado el primer año cuando el pelo se mostrará de manera homogénea y podremos ver el resultado final.
Pasado el primer año. Una vez transcurridos los primeros 12 meses, se puede empezar a ver lo que será el resultado final, ya que llegados a este punto del 85% a 95% del cabello injertado habrá alcanzado el resultado natural.
Garantía con resultados de por vida
Si has optado por un injerto capilar para tratar tus problemas de alopecia, debes saber que este es un tratamiento con resultados de por vida. Para esta intervención se extraen folículos de la zona posterior y lateral del cuero cabelludo, una zona que está programada genéticamente para crecer de por vida. Gracias a ello, se consigue que el pelo implantado crezca de manera natural, en la dirección adecuada y cubriendo las zonas despobladas.
Este procedimiento se puede mediante la técnica FUE y la técnica FUSS. La técnica FUE es un método no invasivo que se centra en la obtención de folículos de manera individualizada, unos que más tarde se preparan de manera minuciosa bajo un microscopio para poder ser implantados uno a uno. En cambio, la técnica FUSS se centra en la extracción de una banda fina de piel con pelo de la zona donante, a continuación, se preparan individualmente los folículos para poder ser injertados con precisión en las zonas receptoras.
La elección de una de estás dos técnicas dependerá, en este caso, del Dr. Bruno Jacobovski. Así pues, una vez estudiado el caso y el tratamiento, el médico capilar decidirá qué técnica es mejor o, si por el contrario, es una buena idea realizar las dos técnicas a la vez. Y es que, es uno de los pocos médicos capacitados para combinar ambos métodos en la misma intervención.
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Cuando hablamos de injerto capilar, hacemos referencia a aquel procedimiento cuidadoso y minucioso que consiste en el trasplante de cabello de zonas donantes a zonas receptoras del cuero cabelludo. Las primeras suelen ser las áreas laterales y la nuca, mientras que las receptoras son la coronilla y las entradas.
Para realizar el procedimiento con el máximo rigor, en la clínica trasplante de pelo Barcelona se estudia previamente el estado y la salud del cabello del paciente. De esta manera, se puede aplicar la técnica y/o tratamientos necesarios de forma personalizada, para unos resultados óptimos y una evolución trasplante capilar satisfactoria.
Es evidente que uno de los aspectos más delicados, aparte de la propia intervención, es el después: la recuperación y los cuidados tras pasar por quirófano. Por ello el paciente debe ajustarse a las pautas aconsejadas por la clínica trasplante de pelo Barcelona y, así, apostar por un postoperatorio trasplante capilar sin problemas.
Hay que tener en cuenta que después de la operación capilar el paciente detectará la aparición de costras en las zonas afectadas. Estas costras irán cayendo de forma progresiva, es importante no rascarse ni arrancarlas, ya que esto alteraría la evolución trasplante capilar.
Además de lo mencionado en las líneas anteriores, también se deben evitar las comidas pesadas y copiosas, así como el consumo de bebidas alcohólicas y el tabaco. La medicación que debe tomar el paciente es recetada por el especialista de la clínica trasplante de pelo Barcelona, en este caso el doctor Bruno Jacobovski.
Otro de los momentos más sensibles es el lavado del pelo. A las 48 horas de la cirugía es el momento de lavarse el pelo por primera vez. Se deben seguir las instrucciones del profesional médico y usar los productos indicados. Lo idóneo es verter agua tibia, sin exponer la zona receptora de forma directa a la ducha, además de realizar movimientos suaves para no arrancar las costras.
En cuanto a la zona donante, cabe destacar que el pelo de esta área sí crece tras la intervención. Dos días después del injerto capilar, con todavía rastros de anestesia, puede que la zona haya quedado insensible, pero dicha sensación no pasará de las 48 horas. Entre 4 y 5 días después se ven pequeñas costras, que no se deben rascar ni arrancar.
Pasados 7 días, tanto la hinchazón del principio como las costras y descamaciones se hacen menos visibles. Las zonas afectadas se van recuperando de manera progresiva, por lo que poco a poco están más preparadas para que el cabello vuelva a crecer. Después de dos semanas, las molestias habrán desaparecido, y el pelo comenzará con su crecimiento natural.