Todos hemos oído alguna vez que el estrés y la ansiedad causan la pérdida de cabello, y sí, esto es totalmente cierto. El pelo es exactamente igual que cualquiera de nuestros órganos, ya que recibe también influencias y estímulos. El cabello también percibe nuestro estado de ánimo, alimentación, tiempo de reposo, nuestros hábitos de vida y nuestras costumbres. Le afecta directamente lo positivo como puede ser el ejercicio y lo negativo como el consumo de tabaco y alcohol.
El efluvio telógeno, una afección que lleva a la pérdida de cabello, está relacionado directamente con el estrés y la ansiedad, según indican estudios científicos. Si estás buscando la mejor clínica injerto Barcelona, el Dr. Bruno Jacobovski es tu solución, ofrecemos todo tipo de servicios, desde tratamientos capilares a injerto capilar Barcelona. No dudes en contactar con nosotros. Seguidamente, en este artículo os vamos a explicar la relación del estrés y ansiedad con la salud capilar.
Efluvio telógeno: qué es y qué relación tiene con el estrés
Esta afección capilar aparece entre dos y cuatro meses después de que hayas sufrido un episodio que te haya generado estrés. Consiste en una pérdida de pelo difusa. Ejemplos de acontecimientos que podrían haber provocado ese estrés: problemas emocionales, algún tipo de enfermedad grave, un parto, una intervención quirúrgica o fiebre alta, entre otros.
Se considera por los expertos en la materia que si los episodios de estrés o de ansiedad tienen una larga duración, entonces pasa a llamarse efluvio telógeno crónico. Este tipo de problemas son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Dicho esto, ahora veremos los síntomas que padecen las personas con efluvio telógeno:
- Se percibe una caída de cabello muy elevada de una manera repentina y brusca. El estrés hace que el pelo se caiga rápidamente. Lo podrás notar en la almohada después de descansar, a la hora de la ducha o al peinarse el pelo
- Mucha menos consistencia capilar. Se aprecia una pérdida homogénea de la densidad del pelo. Si la persona se agarra un pequeño mechón del pelo podrá notar la facilidad de desprendimiento del cabello.
- A causa del efluvio telógeno el cabello se vuelve más frágil y débil.
- A no ser que sea crónico, lo más común es que su recuperación sea instantánea. Para que sea una recuperación más efectiva, los expertos recomiendan una dieta que sea rica en frutas, vitaminas, verduras, proteínas y minerales, es decir, una dieta balanceada. Además de manejar el cabello con mucha suavidad y hablar con un médico por si hay algún tipo de deficiencia.
A veces, el estrés puede desencadenar en una alopecia areata, que consiste en que los glóbulos blancos atacan los folículos pilosos del cuero cabelludo. Esto conlleva una caída de cabello mucho más instantánea. Puede caer en forma de parche circular, total o afectar al cuerpo también. Muchas personas después de eso recurren al injerto capilar Barcelona.
Síntomas del estrés y cómo afectan al pelo
Por norma general, los síntomas del estrés serán estos cinco: falta de sueño, enfermedad, traumas, trabajo excesivo y rascarse demasiado el cabello.
Parece mentira, pero el descanso es muy importante y si no se descansa lo suficiente, esto puede generar numerosos problemas capilares. El descanso no solo es primordial para tener energía el día siguiente, también es necesario para el cuidado de nuestro cabello.
Por otra parte, cuando nos encontramos mal debido a alguna enfermedad, de manera natural el sistema inmunológico sufre, y lo que hace es redirigir los nutrientes necesarios para el cabello a otras zonas de nuestro cuerpo. El resultado de esto es negativo para nuestro cabello: adelgazamiento, alopecia, etc.
Por otro lado, los jóvenes actuales experimentan un aumento significativo de las canas debido al estrés de la era moderna, ritmos vertiginosos e impactos emocionalmente negativos para ellos. Asimismo, otro síntoma es trabajar demasiado ya que puede conllevar a que el pelo pierda su brillo, su fuerza y acabe cayéndose. Esto sucede debido al cansancio que acumule la persona en concreto.
Por último pero no menos importante, el hábito que tenemos a veces las personas de rascarnos la cabeza cuando nos pica puede ser determinante. Esto puede venir de un estrés o ansiedad causado por varios factores. Como es obvio, todo esto daña los folículos pilosos del cuero cabelludo y en muchos casos, es causa prematura de pérdida de cabello.
¿Qué es la alopecia nerviosa?
La realidad de la mayoría de la sociedad es que vivimos bajo un ritmo frenético, esto hace que el estrés aumente considerablemente, incluso sin ser nosotros del todo conscientes. Precisamente esta es una de las causas más corrientes que puede desencadenar la caída reiterada del pelo por estrés, o lo que es lo mismo, la alopecia nerviosa.
Se trata de una reacción del cuerpo frente a un exceso de tensión o ansiedad, y la padecen hombres y mujeres por igual. La alopecia nerviosa puede llegar a perjudicar hasta al 70% de los folículos pilosos de la cabeza, incluyendo las zonas de la nuca y los laterales, que por lo general suelen ser más resistentes a otros tipos de alopecia.
La relación causa efecto es clara. El cuerpo humano está programado para reaccionar ante el estrés de diversas formas y, una de ellas, es su susceptibilidad en el cuero cabelludo. Así, se produce un aumento en los niveles de cortisol en la sangre. Esta hormona se libera como respuesta a los nervios que amenazan al cuerpo y tiene efecto en prácticamente todos los órganos. Por ende, los folículos se debilitan y el pelo acaba cayendo. Sin embargo, es importante recordar los efectos colaterales que acompañan al estrés y a la ansiedad: vida sedentaria, mala alimentación, falta de descanso por las noches…
Señales de posible alopecia nerviosa
Cuando despertamos por la mañana y nos encontramos la almohada cubierta de pelos, cuando salimos de la ducha y el sumidero queda taponado, cuando después de peinarnos el cepillo queda enredado de pelos… Estas son las manifestaciones más evidentes y fácilmente reconocibles de la caída del pelo. Gran parte de la población achaca la alopecia nerviosa a períodos difíciles y estresantes que no son capaces de controlar. Así, la relación entre estrés y caída de pelo sigue tres patrones generales:
- Efluvio telógeno. Se trata de la más común. Proviene de la alteración en el ciclo de crecimiento del pelo. Si bien las fases del proceso son anágena, catágena y telógena, en este caso el cabello entra directamente en la telógena o fase de caída.
- Tricotilomanía. Es el resultado de una alteración psicológica que desencadena aquella persona que padece un comportamiento compulsivo de estirarse o arrancarse el pelo, provocando así su pérdida. Este hecho también está estrechamente relacionado con el estrés y la ansiedad.
- Alopecia areata. En este caso, se desconoce el motivo por el que sucede. Consiste en una alteración del sistema inmunitario del cuerpo, en la que los folículos se ven atacados y así se impide el crecimiento del cabello.
A pesar de resultar un problema, lo más habitual es que la caída del pelo a consecuencia del estrés sea algo reversible y temporal. Pero para ello se debe atajar el problema de raíz y eliminar su principal foco: el estrés. En el momento en que los niveles de ansiedad se normalizan, el cuero cabelludo deja de sentirse amenazado y el pelo empieza a recuperar el ciclo de crecimiento usual.
Somos conscientes de que se trata de una afirmación mucho más fácil de decir que de cumplir. Por eso mismo, en el centro del médico capilar Bruno Jacobovski te recomendamos que visites la mejor clínica injerto capilar Barcelona para obtener un diagnóstico y ver qué soluciones pueden resultar una respuesta a esta cuestión. Te informamos sobre el injerto de pelo proceso y te mostramos los resultados injerto capilar más sorprendentes y naturales.