La salud capilar es susceptible ante varios aspectos de nuestra vida cotidiana, aunque en ocasiones puede deberse a factores meramente genéticos. Hoy nos alejamos de estos últimos para centrarnos en los efectos que puede tener nuestro estilo de vida en el pelo y, por ello, hablamos de alcohol y caída de cabello.
¿Cómo repercute la ingesta de alcohol en el pelo? ¿Existe una relación directa? La respuesta a estas y más preguntas la encontrarás a lo largo de este artículo. Como clínica capilar Barcelona de referencia, te contamos lo que debes tener en cuenta para no causar estragos en tu cabellera.
Alimentación y consumo de alcohol
Si bien siempre se hace hincapié en la importancia de seguir una dieta saludable que reúna vitaminas y alimentos variados para un buen funcionamiento del organismo, también es significativo tener cuidado con aquellos extras, como el consumo de alcohol. Aunque generalmente su ingesta se da en momentos concretos, es preciso conocer que según la FEBE (Federación Española de Bebidas Espirituosas) el límite diario en varones se encuentra en 30 gramos de alcohol, mientras que en mujeres es de 20 gramos.
Para hacernos una idea, una caña de cerveza de 5º alberga más de 8 gramos de alcohol, una copa de vino de 12º grados cuenta con 11,5 gramos y, por último, una copa de ron, vodka o ginebra de 371 se sitúa en los 15 gramos. Se puede tomar esto como referencia a la hora de saber si el consumo está entre valores normales o, por el contrario, estos deberían ser revisados.
Pérdida de nutrientes
Es habitual leer que beber alcohol y fumar de manera habitual provoca la caída del cabello. Esto, dicho así literalmente, es falso. Pero con matices. Si bien el alcohol por sí mismo no es capaz de originar una caída como tal, participa activamente en ello. ¿Cómo?
El alcohol es un diurético, lo que significa que cuando se consume es habitual tener ganas de ir al baño a menudo. Consecuentemente, el cuerpo empieza un proceso de deshidratación que se retroalimenta: pedir una copa, ir al baño, tener sed, pedir otra copa… Y vuelta a empezar. Para interrumpirlo, cada vez es más común pedir un vaso de agua junto con la bebida, ya que este te hidratar y saciará realmente la sensación de sed.
Cuando el consumo de alcohol es más frecuente de lo que debería, rozando el exceso, el pelo se resiente con una escasez de brillo notable, así como mostrando un aspecto débil, quebradizo y frágil. Además, esto provoca una disminución de los niveles de zinc, esencial en la creación de la queratina.
Pero, atención. No todo consumo de alcohol es perjudicial. Siempre dentro de una moderación, claro está. Y es que, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) declara que la cerveza es un buen aliado para el pelo, pues es rica en minerales de silicio y con ello se alimentan los folículos.
Tratamiento capilar adecuado
Desde nuestra clínica capilar Barcelona, podemos ayudarte. Insistimos en que lo primero es revisar qué niveles de alcohol recibe nuestro cuerpo, y disminuirlo si resulta necesario. A partir de ahí, puede que tu cabello esté tan dañado que necesite ponerse en manos de expertos.
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